Podcasts by Category

Francia hoy

Francia hoy

RFI Español

El magacín semanal "Francia hoy" presenta temas de sociedad o política francesa. Profundizamos en cada tema con el análisis de expertos y numerosos testimonios.

318 - Vassogne, la cosecha del voto rural en Francia
0:00 / 0:00
1x
  • 318 - Vassogne, la cosecha del voto rural en Francia

    Vassogne es una pequeñísima comuna rural de solo 90 habitantes en el noreste de Francia. Sus electores han pasado de la izquierda socialista y ecologista a votar por la extrema derecha. De cara a las europeas del 9 de junio 2024, RFI puso la lupa en el comportamiento electoral de los vassognenses, muestra del voto rural francés.

    La sociología electoral constata que el voto por la extrema derecha en Francia proviene mayoritariamente de zonas rurales donde no hay inmigrantes. No obstante, sus votantes esgrimen como razón el miedo a la inseguridad y a la violencia que asocian a la inmigración. Es el caso de Vassogne, pequeña comuna rural de la región de Alta Francia que cuenta con apenas 90 habitantes y una cincuentena de electores.

    Escuche el reportaje de Angélica Pérez:

    Un Jardín Colectivo sirve de telón de fondo a los habitantes de Vassogne para compartir la siembra y la palabra. En este terreno comunitario, indagamos las razones por las que las urnas han dado un vuelco de 360 grados saltando del voto mayoritario por la izquierda hacia la extrema derecha.

    "Cuando llegamos aquí a Vassogne en 2004, nos pusimos muy contentos y orgullosos porque era un pueblo de galos que resistía”, dice Hélène, trabajadora social, reivindicando una resistencia política, sello hasta 2019 del electorado de este pueblito perdido en el noreste de Francia

    Se votaba sobre todo por el Partido Socialista, mientras que todos los pueblos alrededor ya eran de derecha. De extrema derecha, incluso”,detalla Hélène.  

    En las elecciones europeas de 2004, el año en que ella se instaló con su familia en Vassogne, el Partido Socialista ganó con 13 del total de 32 votos. Los Verdes obtuvieron cuatro y la ultraderecha, entonces liderada por Jean-Marie Le Pen, apenas dos.

    En las europeas de 2009, los socialistas siguieron campeando en las urnas del pueblo con diez votos. Y los Verdes conquistaron nueve, espejo microcópico del avance espectacular que ese año logró la lista ecologista en toda Europa.

    “Pero ya no es mas así”, lamenta Hélène.

    En las urnas: de la izquierda a la extrema derecha

    A partir de la elección europea de 2014, la extrema derecha se fue abriendo paso y ganando terreno en los resultados electorales del pueblo. 

    Ese año significó una conmoción política en Francia. Por primera vez, la extrema derecha obtuvo la victoria. El Frente Nacional, con Marine Le Pen a la cabeza, hija del legendario líder de este partido, salió muy bien parado con un 25% de los votos, dejando atrás a la derecha y aventajando por diez puntos al Partido Socialista.  

    En Vassogne, la extrema derecha también se catapultó en las urnas: con siete votos, empató a ecologistas y socialistas.

    Y cuatro años después, en mayo de 2019, la lista de la ultraderecha,Tómese el Poder, liderada por Jordan Bardella y amadrinada por Marine Le Pen, quedó de primera en la votación nacional para las europeas con más del 23 % de los sufragios. Un punto más que la alianza de todas las derechas.

    Aunque en Vassogne los ecologistas siguieron liderando el voto, el pueblo vivió su gran cisma electoral: la extrema derecha se disparó con 11 votos a su favor. El resultado del Partido Socialista - que entonces gobernaba en Francia con François Hollande en la presidencia-- emuló su debacle nacional: apenas un seis por ciento, que en esta comuna rural se tradujo en tres tristes votos.

    Lejos de los inmigrantes, cerca del tv 

    El electorado de Vassogne se reduce a 50 personas y todos se conocen entre sí. ¿Se podría, acaso, saber quiénes empezaron a votar por la extrema derecha desde 2014?

    Imposible, responde Hélène, aun si esa pregunta es un fantasma que asecha en el pueblo en cada una de las últimas elecciones: “Es terrible porque cuando vives en un pueblo pequeño, necesariamente te preguntas ¿Y quién votó por el Frente Nacional? ¿Quién votó por Zemmour? Y, entonces, hasta piensas en hacer una lista de toda la gente”.  

    Hélène intenta encontrar una explicación para el voto por la ultraderecha. “¿Será porque ha habido tantas muertes de gente mayor, apegada a ciertos valores y, en cambio, han llegado más y más jóvenes? Tal vez, sea esa gente nueva la que ha cambiado el resultado del voto”, conjetura. Y agrega: “Lo más triste es que se trata del voto de gente que no se enfrenta en absoluto a la inmigración”.

    La ciudad más cercana, Reims, queda a 45 minutos, en auto. Esta comuna rural no tiene transporte público, ni panaderías, ni cafés, ni supermercado, ni bares, ni teatros, ni salas de cine, ni bibliotecas. Pero, hay un televisor en cada casa.

    Los medios, los medios, los medios, Hay que dejar de ver el C8 y C-News porque la gente no va más allá. Es que, realmente, aparte de la ignorancia y la estupidez, no me explico esos resultados”,concluye Hélène.   

    Ladrones, asesinos y violadores

    "Son ladrones, asesinos, violadores. Hay que devolverlos a TODOS. Impedirles que vengan como a toda la inmigración» afirmó colérico en septiembre de 2019, a la cadena CNews, el líder de la ultraderecha francesa Eric Zemmour, refiriéndose a los menores de edad extranjeros que llegan sin papales al país.

    El Consejo Superior del Audiovisual (CSA) impuso una multa de 200.000 euros a la cadena por los comentarios xenófobos y llenos de odio de su polémica estrella.

    CNews, C8, Canal+, CStar   son parte del imperio mediático privado Canal + del millonario francés Vincent Bolloré.     

    Desde la campaña para las presidenciales de 2022, aumenta en los medios de comunicación privados franceses el espacio concedido a noticias que vinculan crimen con inmigración y dan la voz a la extrema derecha.    

    Para explicar el repunte de la extrema derecha desde la sociología electoral, Michel Wieviorka parte de la pregunta “dónde se vota mayoritariamente por la extrema derecha en Francia. Y rsponde

    “Se vota mucho más en el campo, en zonas rurales alejadas de las ciudades en las que si hay inmigrantes. Entonces, el miedo y el odio a los inmigrantes no está conectado con la presencia de estos inmigrantes”.

    Para el sociólogo del mal, la cuestión es clara “existe un sistema mediático que contribuye a construir esta opinión pública y su voto”. Wieviorka agrega que también existe una presión editorial porque varias casas de edición francesas han sido compradas por Bolloré.

    “No es solo una persona: Bolloré”, aclara el autor de La sociología del sujeto y el estudio de las nuevas extremas derechas. “Es todo un grupo, un universo mediático que tiene una audiencia fuerte, entre 25 y 28 % de la población. Más la gente que, sin declarase de extrema derecha, repiten este discurso. Y no son solo los medios clásicos, prensa, televisión y radio. También están las redes sociales, que no son controladas por Bolloré, y han contribuido enormemente a este proceso de derechización de la sociedad francesa”.

    Seguridad, respeto y sin velo

    Algunos de los vecinos  que vienen al Jardín Colectivo de Vassogne dejan ver su tendencia hacia la extrema derecha.

    Tal es el caso de Michelle Dubuis, una pensionada que llegó a vivir al pueblo hace tres años. Ella no falta a la cita con las urnas en cada elección europea. Eso sí, defiende el principio del voto secreto. 

    “No estoy muy de acuerdo con la idea de recibir a los inmigrantes porque ya hay bastantes en Francia” dice la mujer. Aunque acepta que en Vassogne no hay ninguno.

    Y también admite no haber sido víctima en carne propia de ninguna agresión?. Sin embargo, para Michelle el problema es la inseguridad inherente, según ella, a la inmigración.   

    A menudo veo en la televisión todo lo que está pasando. Cada vez hay más robos en casas particulares, atracos. La gente es más y mas agresiva. Todo se debe a la política, a la forma en que vivimos, a todo lo que se nos impone. Creo que la gente es agresiva porque tampoco la está pasando bien”, sostiene.

    Michelle vino acompañada de un amigo también jubilado. A la pregunta sobre la opción política por la que votará en estas elecciones europeas, responde

    - Este año, será más bien por la derecha, derecha.

    -¿Extrema derecha?

    - Sí- responde el sexagenario- Y ríe.

    Las razones de su voto, dice, son la necesidad de volver al orden y a la seguridad.  Y, al igual que Michelle, admite nunca haber sido blanco de una agresión, pero asegura que sabe lo que ocurre en las ciudades: estafas, robos.   

    Según él, esas violencias no existían antes y son fruto de la manera como se ha constituido la Unión Europea. “Yo no esperaba eso. Esperaba algo mejor,  bien hecho, sólido, bien organizado. Y no lo tenemos”, afirma. “Antes éramos 22, ahora somos 27, pero seremos 50. Demasiados”.

    Para este par de pensionados, el problema de la inmigración es la no integración a los que ellos llaman “valores europeos”.  

    No nos lo van a devolver. Les hemos ayudado, les seguimos ayudando. Pero yo digo que no están haciendo nada por su cuenta para integrarse adecuadamente en Europa”, acusa el hombre.

    Los inmigrantes trabajan, mueven la economía, pagan impuestos como todo el mundo. ¿Qué más deben hacer para integrarse? 

    Michelle toma la palabra: “Respetar las costumbres.  Cuando ves en la tele a toda esa gente que viene de… los árabes, pues. Los ves  que entran a nuestras escuelas portando el velo. No respetan las normas de la República. No quiero que mis nietos vayan a la escuela con velo. Que los obliguen a llevar velo”.

    Ella admite que no es el caso. Pero asegura que “si dejamos que vayan demasiado lejos, si somos demasiado permisivos, al final llegaremos a eso. Porque ahora hay mucha más violencia en las escuelas”.    

    Todos somos extranjeros

    Hace quince años que Franck Villequey vive en el pueblo y nueve que es alcalde. Él ha sido testigo del viraje del voto en esta comuna rural de la izquierda socialista y ecologista hacia extrema derecha. Un giro que coincide con la llegada de gente joven citadina, dice. Pero, advierte que los pobladores no exhiben sus preferencias políticas 

     “Son discretos. Salvo algunos que vienen a verme y me dicen: ¿señor alcalde, usted no va a recibir  extranjeros, cierto?. Y aquí no hay. Solo que cuando miras el origen de la gente, te das cuenta de que todos somos extranjeros. Todos venimos de otra parte”, afirma y remata con una gran carcajada. 

    El mismo es de origen extranjero. Su abuela llegó a Francia huyendo del horror nazi en Hungría. 

    "En estas elecciones europeas la inmigración es el punto principal del debate.  No podemos acoger a todo el mundo, en eso estamos de acuerdo. Pero entre no acoger a todo el mundo y dejar morir a la gente. No hay sino una opción: ¡los acogemos! Los acogemos con estructuras que hay que poner en marcha, por supuesto. Pero no se deja morir a la gente en el mar. Me parece inconcebible, inconcebible. Y eso me toca mucho", estima el alcalde . 

    Melanie Moureau; concejala de Vassogne llama a la responsabilidad política de los ciudadanos y de sus líderes. Para ella, el voto por la ultraderecha es, ante todo, una expresión de la ira social. 

    Es el enfado por cómo va el mundo. No creo que sea necesariamente una opinión política. La gente muestra que está furiosa, pero no creo que sepan realmente cuál es el fondo de la cuestión y el sentido de su voto. Al fin y al cabo, lo que dicen los políticos es lo que dice la gente. La gente sólo ve el primer grado del tema que les plantean, no ve la sustancia, no indaga en el partido político en sí. Para mí, básicamente, les venden un sueño que no necesariamente les darán después, pero la gente se queda con lo que le dicen primero. Es como el marketing. Y la política funciona igual”.

    Ira y pulsiones de odio en el discurso de la extrema derecha. ¿Qué pasa con la narrativa del bienestar social que enarbola la izquierda?  En el prisma de la concejala de Vassogne “la gente ya no se identifica con la retórica de la izquierda. Tal vez, sea un discurso demasiado amable o no representa lo que la gente siente. La gente está enfadada, está perdida. Y no busca la información adecuada”.

     La cosecha política a las urnas

    Meticulosamente, Hélène busca en la tierra la cosecha de la siembra colectiva, así como busca el fruto del quehacer político de la izquierda. Esa cosecha definirá su voto en estas europeas 

    “Será por los ecologistas. aunque me tienen decepcionada, muy decepcionada” afirma Hélène y, luego, se pregunta entre risas: Y los socialistas de hoy ¿dónde están? ¿Dónde están? No hay más, no existen. Y los pocos socialistas que hay son unos clanes en guerra. Son muy malos comunicando. No promueven sus acciones. En estas elecciones europeas, su nivel de comunicación ha estado por el suelo. Pura guerra de opiniones. Sin duda, también es la forma en que los medios los presentan”.

    El Jardín Colectivo de Vassogne es fruto de la invención de un adolescente.  Ecologista hasta la médula, Eloi, sin embargo, es crítico frente a la visión de los partidos Verdes de Europa

    “La forma en que los adultos ven el compromiso con el planeta sigue entrándose en una política muy globalizada, individualista. No tienen nada que se centre en nuestra producción local, por ejemplo, hacer cosas pequeñas, muy locales, muy sencillas”,  

    Todo es complicado y responde a una visión que solo busca sacar un beneficio económico de las prácticas ecológicas. Y, aunque se ahorre, el objetivo, por encima de todo, debería ser preparar un futuro mejor para nuestros hijos”, advierte.  

    Eloi tiene 17 años. No le alcanza la edad para votar en estas europeas. Pero si pudiera hacerlo, cumpliría con ese deber ciudadano sin parpadear.

    "Hay muchos jóvenes que optan por la vía fácil diciendo: "ah, como todos son deshonestos y buscan yo qué sé, lo mejor es no votar". Pero no creo que eso sea una solución. Porque, al final, no elegir deja espacio para políticas que no podemos aceptar”.

    En el Jardín Colectivo también hace su siembra Silvie, profesora del colegio de Vassogne donde no hay inmigrantes, pero el racismo se toma la palabra.

    Por estar abriendo todo el tiempo los micrófonos a la extrema derecha, los alumnos se sienten con derecho a hacer comentarios racistas pese a estar prohibido la ley. Eso me choca mucho”.

    La docente narra el tipo de comentarios que se escuchan dentro de la escuela “La otra vez hice un informe y sancionaron a un alumno. Fue en una clase en la que no hay negros. Y uno de los estudiantes dijo algo así como me gustan los negros, ¡pero bien lejos!”

    Y si las encuestas no se equivocan. ¿Y en estas elecciones europeas se impone el voto de la extrema derecha?

    No quiero creerlo, nunca me resignaré” afirma la profesara. Y concluye: “Yo sigo siendo optimista, mientras eso no ocurra”. 

    Mon, 27 May 2024
  • 317 - Villa Olímpica de París 2024, un laboratorio XXL de los barrios del futuro

    La Villa Olímpica fue inaugurada en febrero de este año, una obra de construcción colosal para albergar a los atletas y para atletas de París 2024. La villa se ubica en el suburbio de Saint Denis, conocido en el mundo del deporte por tener en su suelo al Stade de France, donde juegan las selecciones nacionales de fútbol y rugby.

    RFI lo invita a pasear por la Villa Olímpica de París 2024. Escuche el reportaje.

    En 2017, el lugar en donde hoy se impone la Villa Olímpica de París 2024, era lugar era una zona desierta, inutilizada, en la que sólo destacaba la Cité du Cinema, un centro cinematográfico dirigido por el director y productor francés Luc Besson. Alrededor de este lugar, un proyecto urbanístico fue tomando vida hasta ocupar una superficie de 53 hectáreas, lo que equivale a unas 70 canchas de fútbol. Hace tres años, circulaban por aquí 500 camiones al día.

    “Hace tres años también caminé por acá y solo había grandes extensiones de terrenos, maquinaria, pesada, obreros”, recuerda el colombiano Gilberto Marín, vecino del sector.

    Gilberto camina por un barrio ultramoderno que cuenta con 3.000 viviendas. Caqui, verde pálido, azul cielo y beige. Su colorida arquitectura contrasta con las urbanizaciones obreras de los alrededores y sus torres de viviendas de bajo costo. Gilberto duerme al frente, pero no podrá acceder a la villa durante los Juegos porque estará cerrada al público. Tampoco tendrán clase los alumnos del colegio Dora Maar. La institución educativa queda prácticamente en el centro de la Villa Olímpica. 

    Desde una de las ventanas del segundo piso del colegio, la profesora de español, Belén López, disfruta del paisaje. “Desde mi aula veo literalmente toda la Villa Olímpica, todos los nuevos edificios de todos los colores, con muchos cristales. Se ven principios de vegetación que quieren poner. Pero también veo la nueva pista ciclable, el carril para los coches y los buses”. 

    Los alumnos de Belén ya recibieron boletas para los Juegos Paralímpicos por parte del Gobierno francés. Las justas son un tema de gran interés en su programa escolar, explica Belén: “Cada año tenemos un proyecto relacionado con los Juegos Olímpicos. Este año, por ejemplo, todas las clases de nuestro colegio tienen un nombre de una ciudad que ha acogido o que va a participar en los Juegos Olímpicos de París 2024. Por ejemplo, hicimos un viaje a Barcelona para que los alumnos pudieran ver cómo evolucionó esa ciudad con los Juegos de 1992. Nosotros a nivel de colegio intentamos que vean cómo cambia su ciudad o su barrio con esta llegada de los Juegos Olímpicos”.

    Adaptar el nuevo barrio al cambio climático

    El encargado de esta obra gigantesca es SOLIDEO. Un establecimiento público francés creado para construir y adecuar los escenarios deportivos necesarios para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024. 

    Antoine Souich, Director de Estrategia e Innovación de SOLIDEO, explica por qué esta villa es un laboratorio XXL para la construcción de las ciudades del futuro: “Hemos conseguido descarbonizar esta villa en un 50% en comparación con la construcción convencional de 2020. Lo logramos con el uso de madera en la estructura de los edificios de máximo 28 metros, con sus fachadas de entramados de madera, el uso de hormigón bajo en carbono así como con una red de calefacción y refrigeración alimentada por energía geotérmica, para no utilizar aire acondicionado. Un sistema refrigerante subterráneo para que los deportistas se mantengan frescos durante la cita olímpica. Hemos dado en este proyecto el paso necesario para alcanzar los objetivos fijados para 2030 por la Estrategia Nacional de Bajas Emisiones de Carbono para el Sector de la Construcción, definido en Francia”.

    Y en uno de los edificios hay una primicia mundial. “Este edificio alberga sistemas que permiten reciclar y recuperar el 100% de las aguas residuales. Hay varios sistemas. Uno de ellos es para clasificar selectivamente la orina y recuperarla como abono. Hay otro para la reutilización completa de las aguas grises, incluida el agua de la cocina para el riego exterior, pero también para inodoros y lavadoras. Se trata de un nivel de reutilización inédito en Francia que ha exigido un gran trabajo técnico técnico”, dice orgulloso Antoine Souich, quien dirigió la visita.

    “En los Juegos Olímpicos de Rio 2016 y en los de Londres 2012 estaban muy preparados, pero no tenían la misma presión por disminuir las emisiones de carbono. Hoy en día hay muchos países que nos solicitan, que vienen a visitar la villa porque hoy todos los países tienen problemas con la huella de carbono,la polución. Entonces quieren saber cómo hacemos para disminuirla a un 47%, de las mejores prácticas en la actualidad”, presume Gérard Wolf, coordinador internacional de Ciudades Sostenibles del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia y miembro del Comité de Innovación de la SOLIDEO.

    Descansar bien para ganar medallas

    Esta zona está atravesada por calles recién pavimentadas. Son paralelas y perpendiculares entre sí para comunicar a unos 40 edificios. Cada uno de ellos fue imaginado por un arquitecto diferente, por lo que no hay uno igual a otro. En cada apartamento pueden pernoctar entre cuatro y ocho personas, cada una en su cama de cartón. El mismo material reciclable fue utilizado en Tokio 2020. 

    La delegación francesa va a descansar muy cerca del gimnasio. Las otras 203 delegaciones ya saben también cuál será su casa durante 20 días. 10.000 atletas y 4.500 atletas con sus acompañantes podrán acceder a servicios como un banco, un café, un supermercado, un peluquero, así como al restaurante más grande del mundo, ubicado en la Cité du Cinema. Puede servir hasta 40.000 comidas al día.

    Quedará un barrio moderno

    Para llegar hasta aquí desde el centro de París se puede tomar las líneas 13 y 14 del metro. Una vez que los Juegos Paralímpicos terminen el 8 de septiembre, se abrirán de nuevo las puertas para que los turistas y habitantes del sector puedan disfrutar de un barrio renovado.

    Christiane Hammelin ya se imagina caminando por aquí cuando quiten el candado. “Yo miro estos pasajes peatonales geniales con sillas alrededor para sentarse y disfrutar de este pequeño jardín que no está nada mal. La vista del río Sena que pasa por aquí es muy bonita y cuando haga buen tiempo con sol lo voy a disfrutar más. Y también hay buenas tiendas”.

    La Solideo recuperará las llaves para adecuar los edificios. Luego serán vendidos o arrendados, como apartamentos y oficinas cerca de la Cité du Cinema y del colegio Dora Maar.

    “La cara del barrio, de la ciudad ha cambiado mucho. Antes estaba abandonada y ahora, con la construcción de nuestro colegio, con la construcción de esta Villa Olímpica, se ha dado un lavado de imagen, se está viendo un barrio bastante moderno”, concluye la profesora de español, Belén López.

    Por su parte el vecino Gilberto Marín, piensa en aprovechar su cercanía con la Villa Olímpica: “ya que vivo aquí tan cerca de por lo menos obtener algún autógrafo de estos deportistas, de lo más famoso que son los que uno siempre busca”. 

    Un reportaje deAna María Ospina desde Le Village Olympique de París 2024. Edición de Pierre Zanutto.

    Wed, 10 Apr 2024
  • 316 - ¿Por qué el campo francés está tan enojado con Macron y la Unión Europea?

    A tan solo tres meses de las elecciones europeas donde los sondeos anticipan el crecimiento de los nacionalismos, el Salón de la Agricultura de París se convirtió en un auténtico escenario de la tensión que se vive en Francia. RFI en español recorrió los pasillos de la Puerte de Versalles para hablar con los actores de un sector económico en plena crisis.  

    Tue, 05 Mar 2024
  • 315 - Visa para un sueño: realidades de los jóvenes latinos que quieren estudiar en Francia

    La cantidad de extranjeros que vienen a estudiar en Francia aumentó un 8% en 2022, es decir, un total de unos 400.000 estudiantes internacionales. Pero en el caso de los latinoamericanos, su llegada ha crecido un 18% en los últimos años. Para muchos de ellos, Europa es la puerta hacia una mejor formación, pero al llegar al país galo muchos se encuentran con un sinnúmero de obstáculos que van desde una burocracia kafkiana hasta el abuso de trabajos precarios.

    Más de 27 millones de jóvenesdejan atrás sus países cada año en busca de mejores oportunidades, según la ONU, pero no todos lo hacen de la misma manera ni enfrentándose a las mismas dificultades. Para muchos jóvenes migrantes latinoamericanos, Europa es el destino en el que podrán acceder a una buena educación y a un futuro mejor, pero al llegar muchos se encuentran con otra realidad; burocracia, trabajos precarios, estafas...

    "Decidí venir a Francia por la vía de au pair. La vida de au pair es bastante complicada. Pensé que sería un intercambio cultural con la familia francesa y yo también mostrar un poco mi cultura, pero no fue nada así. Entre mis amigas lo catalogamos con una “esclavitud moderna”, nos cuenta para RFI, María, una estudiante colombianaresidente en París.  

    No es la única. Miles de jóvenes llegan a Europa por esta vía; ser niñera a cambio de un pequeño salario, un techo y un supuesto intercambio cultural. Una manera más fácil de llegar a Europa, que les permite compaginarlo con los estudios pero para muchas jóvenes acaba convirtiéndose en un infierno: jornadas interminables, trabajos extra que nada tienen que ver con el de niñera, malos tratos...

    La aventura empieza antes de tocar suelo europeo

    En el caso de Francia, antes de llegar, los estudiantes extracomunitarios, es decir, aquellos no europeos deberán presentar una serie de documentos y cumplir una serie de requisitos para poder obtener una visa de estudiante.“Uno de los requisitos básicos es tener unos 615€ mensuales, aproximadamente, en tu cuenta bancaria o mostrar la cantidad total que son entre 7.000 y 10.000€ para demostrar al gobierno que puedes mantenerte sin problema al llegar a Francia”, nos cuenta María e insiste: “a esto hay que sumarle los costos de la institución en la que estudies, los vuelos y los gastos extra, ¡es demasiado!”. Unos 15.000 y 20.000 euros para conseguir esta visa.

    Un primer filtro que acaba siendo la criba decisiva para muchos estudiantes, que se les hace imposible reunir el dinero. A esto, se suman las trabas burocráticas y su lentitud de la que ni siquiera los estudiantes se libran. "En junio tuve problemas con la prefectura para renovar mi visa. Me faltaba un documento que yo no lo podía tener. Tenía que dármelo en la Universidad pero estaban en vacaciones. Estuve viviendo en Francia sin papeles dos meses, con los problemas que eso conlleva”.

    Europa endurece sus leyes migratorias

    2023 fue el año en el que Europa ajustó más la puerta de entrada para los inmigrantes: más burocracia y menos ayudas. Alemania, Italia, Polonia... cada vez son más los países que endurecen sus leyes, y también Francia se suma a esta lista. El pasado mes de diciembre, el país aprobó su nueva ley de migración con el apoyo de la ultraderecha. Una reforma que ha causado una importante crisis en el gobierno, a pesar de que el presidente, Emmanuel Macron, la defiende como “un escudo necesario”.

    Se calcula que el número deestudiantes extranjeros en Francia aumentó un 8% en 2022, es decir, un total de unos 400.000 estudiantes internacionales. En el caso de losestudiantes latinoamericanos,su llegada al país galo ha crecido un 18%, en los últimos años“Las políticas públicas actuales se formulan para frenar estos flujos migratorios, pero ¿qué tal si nosotros abordamos el tema desde el origen? ¿Cuáles son esos factores adversos que obligan a las personas a abandonar sus países de origen? Por ejemplo, aumentar las vías de migración regular, tratar de destinar estas ayudas de la Unión Europea, no para esos países que son receptores de migrantes, sino para desarrollar programas de formación de mano de obra calificada, acuerdos de Cooperación Internacional sobre educación para los países que emiten migrantes", explicaDiana Cristancho, fundadora de FARO para migrantes en Francia.

    Leer tambiénFrancia se alinea con la Unión Europea con una nueva ley migratoria

    No solo Francia, si abrimos el espectro encontramos otros países europeos que han endurecido sus políticas migratorias, como Hungría, con una de las leyes europeas más duras y sancionado por la Unión Europea por estas. También, Eslovaquia y Polonia, quienes se mostraron en desacuerdo con las nuevas políticas europeas de migración aprobadas a finales de 2023 por ser demasiado laxas.

    En Italia, el Gobierno de Georgia Meloni dio luz verde a una normativa que permitía retener en centros migratorios a las personas irregulares hasta 18 meses. Además de firmar un acuerdo con Albania para construir allí centros de recepción de migrantes con la intención de enviarlos fuera del territorio italiano. También Suecia, donde en estos momentos, el gobierno tramita una reforma que incluye, entre otras cosas, la obligación de los funcionarios -médicos incluídos-, a denunciar a los migrantes irregulares.

    Desmotando el idilio europeo

    “Antes de venir pensaba que Europa era más tranquilo, sin inseguridad ni robos, ¡cómo de color de rosas!. Luego llegas aquí y es una cachetada. Aquí también hay problemas. Ningún país es perfecto. Francia también tiene sus dificultades”, nos insiste María.

    El aumento de la inseguridad, la inflación y el endurecimiento de las leyes migratorias están provocando en Europa, un efecto contrario: europeos que migran a Latinoamérica. Un fenómeno que ya vivió un repunte en 2012, cuando181,166 europeos optaron por emigrar a Latinoamérica, según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones.

    La mayoría de europeos escogen México como destino. Aunque, algunas asociaciones empiezan a levantar la mano ante el aumento del fenómeno “nómada digital”, es decir, jóvenes que viven en México, pero que teletrabajan para empresas europeas o americanas, pero que fiscalmente, según asociaciones contrarias a este nuevo movimiento, no aportan lo mismo que un local y además contribuyen a la gentrificación. Debido a la demanda de extranjeros, el precio de alquiler en la colonia Condesa, uno de los barrios de Ciudad de México más de moda, pasó de 17,851 a 28,542 pesos al mes. 

    Aunque las cosas en Francia para María mejoran, ella lo tiene claro, si este tercer intento no funciona: "me volveré a Colombia y buscaré otra cosa allí", nos dice. 

    Mon, 19 Feb 2024
  • 314 - ‘En Francia desaparecen 200 explotaciones cada semana’, alerta sindicato agrícola

    A finales de enero los agricultores franceses alzaron su voz, montados en sus tractores, para denunciar difíciles condiciones de vida, sus bajos salarios y un cúmulo de normativas largas y a veces incomprensibles. Para entender mejor su situación, conversamos con Laurence Marandola, portavoz del sindicato Confederación Campesina.

    Laurence Marandola, portavoz del sindicato Confederación Campesina. 

    Usted es criadora de llamas en el suroeste de Francia, cerca de la frontera con España. Aunque su sector es muy específico, usted habla en nombre de los agricultores de su sindicato. ¿A qué se debe el malestar?”.

    El malestar es diverso, tiene expresiones diversas, pero todos compartimos estas dificultades profundas para ejercer nuestro trabajo.  Lo que todos tenemos en común es el tema de nuestros ingresos, de nuestra remuneración como productores y que no tenemos precios que permitan cubrir los costos de producción. Los que recibimos no cubren los costos que tenemos, que a veces aumentan con el precio de la energía y peor, no permiten cubrir la remuneración de nuestro trabajo. 

    No todos, porque es muy diverso en Francia. Algunos agricultores seguimos trabajando gratis, es decir, que no logramos sacar una remuneración mínima al final del mes o del año. Es una situación que no es nueva, pero que se acrecienta cada vez desde hace varios años. 

    También hay un tema administrativo, un montón de papeles. Hay que simplificar el lado administrativo, pero eso no quiere decir que hay que deshacernos de las reglas que nos protegen. Al contrario.

    ¿Cuáles son las diferencias entre los grandes exportadores y los pequeños campesinos en Francia? 

    Hay un sector al que le va muy bien, mientras que hay productores en esta época de porcinos o de cereales a los que les va muy mal. Tenemos casi el 18% al 20% de los campesinos en Francia que viven por debajo del nivel de pobreza y tenemos más de la mitad que están más o menos, apenas llegando a obtener el ingreso mínimo francés. 

    Estas desigualdades son las consecuencia de políticas antiguas que perduran hasta hoy, es decir, de políticas de ultra liberalización de la economía que ponen en competencia a los unos con los otros. Entonces por eso salen adelante los que tienen mercado sostenido, con buenos precios. Y además las políticas públicas, los subsidios públicos a la agricultura están también en Francia dirigidos a estas mismas personas. 

    Hay toda una parte de producciones que están totalmente abandonadas por las ayudas públicas. Es el ejemplo de las frutas, de las verduras, de la miel, de la pequeña ganadería… Entonces acumulamos crisis ecológica, crisis económica y abandono de políticas públicas.

     

     

    Por qué el tema de “recibir buenos precios”, “el precio justo”, es recurrente. ¿Cuál es el problema con las márgenes de ganancia de ustedes los campesinos franceses? 

    El promedio varía según los productos, pero cuando alguien va a un supermercado o a un mercado a comprar un producto, de lo pagan, solamente el 10% vuelve al productor. Entonces vemos que un 90% del valor se le escapa al productor, porque va a la agroindustria, la distribución, la gran distribución y en otras partes de la cadena. Esta cifra es un promedio de todos los productos. Esa cifra muestra que los campesinos son los que menos reciben por su trabajo. 

    Lo otro que sabemos es que desde un poco antes de la pandemia de COVID, ha habido un incremento sensacional de las márgenes de la gran distribución, y más que todo de la agroindustria. Hay grandes firmas, algunas nacionales, otras internacionales, que aún siguen en esta lógica de cada vez intentar aumentar cada vez más los márgenes, y así aumentar los ingresos para sus dirigentes, para sus accionistas. Y no se preocupan de redistribuir, de valorar, de pagar al final el precio al productor. 

     

    Los campesinos somos víctimas de ese sistema.

    ¿Francia tiene que repensar su modelo agrícola?

     

     

    Sí, claramente. Francia tiene que repensar su modelo agrícola, que no es un modelo al final, que hay varios modelos, varias agriculturas en nuestro país. Y que hay una parte de la agroindustria que realmente se come a las demás formas de producción porque son más frágiles y menos apoyadas, menos reconocidas. 

    Creemos que este es un momento muy excepcional para el mundo agrícola. Para nosotros debe ser un momento de refundar muchas cosas, de poner en la mesa cuál es la agricultura queremos, cómo la acompañamos. Es lo que esperamos de este momento para poder salir de la crisis que vivimos ahorita. 

    Hoy se exige una respuesta y no una respuesta de corto tiempo, de respuestas rápidas. Y para la Confederación Campesina esto no significa salir de Europa, al contrario. Es decir, dentro de Europa podemos refundar nuestro modelo y contribuir a que en todo Europa vayamos un poco en el mismo sentido de proteger a los campesinos,  sus ingresos y su salud. Esta es la visión de Europa que tenemos.

    Leer también¿Es el comercio internacional la sentencia de muerte de los agricultores franceses?

    >>> Escuche la entrevista completa. 

    Wed, 07 Feb 2024
Show More Episodes