Té amargo

*Edición especial acerca del COVID 19 y Nicaragua*

En abril 2018 me divorcie de todo lo que significara estado, me disocie y olvide mi título de ciudadana y creí que el divorcio me iba a dejar ser indiferente y me prepararía para todas las decisiones negligentes que vendrían de parte de ellos, pero aun así cada que pasa el tiempo sigue doliendo y el dolor más reciente fue ver como en este momento de crisis mundial de salud pública, todos los gobiernos están tomando medidas, mientras aquí solo reforzaban ese sentimiento de divorcio, dolió saber que no tengo donde protegerme, soy esa hija abandonada, pero al final ¿El estado en este caso es realmente el que debería protegerme? Quiero que me acuerpe, que me cuide, pero no lo hace, el estado me mata y toda esta negligencia me huele a venganza.

¿Nos llegó la ola? ¿O solo nos tocó la brisa?...

1.1. Memoria: La política de las emociones.

El término política, el que nos asustaba y asusta en Nicaragua, por todas las connotaciones corruptas, violentas, rastreras, que nunca interiorizamos. Siempre afuera, ajena, en lo público, donde deciden por nosotros y nos hacen daño, que ignoramos por indolente y asfixiante en su burocracia, de la que nos creíamos desentendidos, pero que en el 2018 arremetió con la sutileza de un huracán dentro de nuestras vidas. Ahí en lo profundo de las entrañas, en lo que duele, desde las emociones y el corazón. Esta es la historia de nosotros y la política, y la política en nosotros.

Bienvenidos al 1 capitulo de Té Amargo (la vida) el podcast subversivo de Autonomía 18, sentite libre de poner la miel y gracias por escucharnos.

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