Emaús

Entre los siglos III y VI d.C., innumerables monjes poblaron los desiertos de Siria y de Egipto. El desierto ejercía una fascinación singular sobre personas que querían emprender un camino espiritual. En aquella época, el desierto era considerado morada de los demonios. Los monjes querían derrotar las fuerzas de las tinieblas en su propio reino, para hacer brillar en él la luz de Cristo. Creían que a través de su ascesis el mundo podía devenir más luminoso e íntegro. Antonio fue el primero que se atrevió a adentrarse en el desierto, hacia el año 270 d.C. Le siguieron otras personas, para las cuales la Iglesia de masas se había vuelto demasiado «permisiva». Querían vivir las palabras de Jesús con la misma radicalidad con que se entendieron originariamente.

Las palabras de los Padres del desierto respiran sabiduría y benevolencia. En ellas no se moraliza, no se acusa con el índice levantado. Los monjes ven los peligros que amenazan al ser humano y, sin embargo, están llenos de optimismo. Creen que no estamos condenados sin más a repetir nuestro pasado o a sufrir durante toda nuestra existencia por causa de las heridas que nos han causado a lo largo de nuestra vida. Podemos trabajar sobre nosotros mismos. Podemos dejar atrás nuestro pasado y emprender el camino hacia Dios. Somos llamados a hacernos uno con Dios. Ésta es nuestra dignidad más alta.

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Entre los siglos III y VI d.C., innumerables monjes poblaron los desiertos de Siria y de Egipto. El desierto ejercía una fascinación singular sobre personas que querían emprender un camino espiritual. En aquella época, el desierto era considerado morada de los demonios. Los monjes querían derrotar las fuerzas de las tinieblas en su propio reino, para hacer brillar en él la luz de Cristo. Creían que a través de su ascesis el mundo podía devenir más luminoso e íntegro. Antonio fue el primero que se atrevió a adentrarse en el desierto, hacia el año 270 d.C. Le siguieron otras personas, para las cuales la Iglesia de masas se había vuelto demasiado «permisiva». Querían vivir las palabras de Jesús con la misma radicalidad con que se entendieron originariamente.

Las palabras de los Padres del desierto respiran sabiduría y benevolencia. En ellas no se moraliza, no se acusa con el índice levantado. Los monjes ven los peligros que amenazan al ser humano y, sin embargo, están llenos de optimismo. Creen que no estamos condenados sin más a repetir nuestro pasado o a sufrir durante toda nuestra existencia por causa de las heridas que nos han causado a lo largo de nuestra vida. Podemos trabajar sobre nosotros mismos. Podemos dejar atrás nuestro pasado y emprender el camino hacia Dios. Somos llamados a hacernos uno con Dios. Ésta es nuestra dignidad más alta.

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Las palabras de los Padres del desierto respiran sabiduría y benevolencia. En ellas no se moraliza, no se acusa con el índice levantado. Los monjes ven los peligros que amenazan al ser humano y, sin embargo, están llenos de optimismo. Creen que no estamos condenados sin más a repetir nuestro pasado o a sufrir durante toda nuestra existencia por causa de las heridas que nos han causado a lo largo de nuestra vida. Podemos trabajar sobre nosotros mismos. Podemos dejar atrás nuestro pasado y emprender el camino hacia Dios. Somos llamados a hacernos uno con Dios. Ésta es nuestra dignidad más alta.

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Las palabras de los Padres del desierto respiran sabiduría y benevolencia. En ellas no se moraliza, no se acusa con el índice levantado. Los monjes ven los peligros que amenazan al ser humano y, sin embargo, están llenos de optimismo. Creen que no estamos condenados sin más a repetir nuestro pasado o a sufrir durante toda nuestra existencia por causa de las heridas que nos han causado a lo largo de nuestra vida. Podemos trabajar sobre nosotros mismos. Podemos dejar atrás nuestro pasado y emprender el camino hacia Dios. Somos llamados a hacernos uno con Dios. Ésta es nuestra dignidad más alta.

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Entre los siglos III y VI d.C., innumerables monjes poblaron los desiertos de Siria y de Egipto. El desierto ejercía una fascinación singular sobre personas que querían emprender un camino espiritual. En aquella época, el desierto era considerado morada de los demonios. Los monjes querían derrotar las fuerzas de las tinieblas en su propio reino, para hacer brillar en él la luz de Cristo. Creían que a través de su ascesis el mundo podía devenir más luminoso e íntegro. Antonio fue el primero que se atrevió a adentrarse en el desierto, hacia el año 270 d.C. Le siguieron otras personas, para las cuales la Iglesia de masas se había vuelto demasiado «permisiva». Querían vivir las palabras de Jesús con la misma radicalidad con que se entendieron originariamente.

Las palabras de los Padres del desierto respiran sabiduría y benevolencia. En ellas no se moraliza, no se acusa con el índice levantado. Los monjes ven los peligros que amenazan al ser humano y, sin embargo, están llenos de optimismo. Creen que no estamos condenados sin más a repetir nuestro pasado o a sufrir durante toda nuestra existencia por causa de las heridas que nos han causado a lo largo de nuestra vida. Podemos trabajar sobre nosotros mismos. Podemos dejar atrás nuestro pasado y emprender el camino hacia Dios. Somos llamados a hacernos uno con Dios. Ésta es nuestra dignidad más alta.

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Entre los siglos III y VI d.C., innumerables monjes poblaron los desiertos de Siria y de Egipto. El desierto ejercía una fascinación singular sobre personas que querían emprender un camino espiritual. En aquella época, el desierto era considerado morada de los demonios. Los monjes querían derrotar las fuerzas de las tinieblas en su propio reino, para hacer brillar en él la luz de Cristo. Creían que a través de su ascesis el mundo podía devenir más luminoso e íntegro. Antonio fue el primero que se atrevió a adentrarse en el desierto, hacia el año 270 d.C. Le siguieron otras personas, para las cuales la Iglesia de masas se había vuelto demasiado «permisiva». Querían vivir las palabras de Jesús con la misma radicalidad con que se entendieron originariamente.

Las palabras de los Padres del desierto respiran sabiduría y benevolencia. En ellas no se moraliza, no se acusa con el índice levantado. Los monjes ven los peligros que amenazan al ser humano y, sin embargo, están llenos de optimismo. Creen que no estamos condenados sin más a repetir nuestro pasado o a sufrir durante toda nuestra existencia por causa de las heridas que nos han causado a lo largo de nuestra vida. Podemos trabajar sobre nosotros mismos. Podemos dejar atrás nuestro pasado y emprender el camino hacia Dios. Somos llamados a hacernos uno con Dios. Ésta es nuestra dignidad más alta.

Para esta cuaresma hemos producido junto a Fray Esteban Mora, un especial que nos han compartido sobre 40 días con San Juan, un ejercicio de meditación sobre el Evangelio y su capacidad de dejarnos transformar por Dios. ¡Que lo disfruten! Podes seguir nuestro contenido en instagram como @emaus.cr

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”Detrás de mi viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de los pies” Mc 1,7

El Dios en el que creemos no falla, Él llega. Jesús le da garantía a nuestro anuncio con su presencia.

Emaús es un proyecto católico costarricense que busca llevar el Evangelio de manera sencilla y comprensible.

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Te dejamos nuestro podcast más visto y escuchado hasta el momento, ¿cómo alguien puede ser capaz de renunciar a todo por una persona?

Este episodio surgió de una conversación de WhatsApp, escuchalo! :) 

Un católico apasionado por Jésus es capaz de dejar la vida por llevar a los demás a su encuentro.

¿Querés leer la Biblia pero no sabes por donde inciar? Aquí te queremos ayudar con eso! ;).

Este episodio super rápido es para desearte una HERMOSA, CÉNTRICA Y REAL NOCHE DE NAVIDAD. 

Gracias por acompañarnos en este 2020, nos veremos en el 2021.

Este Podcast lo grabamos ayer por la noche para un grupo de amigos, sin embargo me parece que puede ayudarte a ver en María el camino para este adviento. Que lo disfrutes.

Mención especial para Mile (por decir Si) y para Lucas (que ya está viviendo la fe desde el vientre).

Los amo mucho.

En este episodio conversamos con el Padre Fabricio Sánchez sobre el adviento y una propuesta para vivirlo en este 2020.

Un podcast sobre la oración, aprender a vivir como Jesús es la enseñanza que nos deja Fray Esteban Mora en este episodio.

¿Estoy impactando vidas con el objetivo claro?, eso nos cuestionamos en este capítulo y digo cuestionamos porque tenemos la primera invitada de nuestro podcast. ¡Gracias Adri!

No hace falta dar mucho, solo hace falta dar lo que tenemos, lo que sale del corazón que al ser tocado por Jesús es transformado en ese "mucho" que al principio no creías lo que podía ser.

Este no es un episodio de nuestro podcast, es un mensaje corto con motivo de la celebración de Pentecostés.

¡Que lo disfrutés! 🕊🔥

En este mes de mayo hemos querido producir los Misterios del Santísimo Rosario con las meditaciones hechas por 4 amigos sacerdotes, en esta ocasión el Pbro Emmanuel Quirós Chavarría es quien nos llevará a meditar  los misterios luminosos de la mano de nuestra Madre. Voces: Meditaciones: Pbro Emmanuel Quirós Chavarría | Oración Inicial: Adriana González | Cuentas: Milena González y Douglas Rivera | Salve: Paulina Alvarado | Letanías: Luis Esteban Fernández. | Canción: La Fe de María - Son By Four (Ítala Rodriguez / Dones)

En este mes de mayo hemos querido producir los Misterios del Santísimo Rosario con las meditaciones hechas por 4 amigos sacerdotes, en esta ocasión el Pbro Adolfo Robles Garbanzo es quien nos llevará a meditar  los misterios gloriosos de la mano de nuestra Madre. Voces: Meditaciones: Pbro Adolfo Robles Garbanzo | Oración Inicial: Adriana González | Cuentas: Milena González y Douglas Rivera | Salve: Paulina Alvarado | Letanías: Luis Esteban Fernández. | Canción: Contigo María - Athenas

En este mes de mayo hemos querido producir los Misterios del Santísimo Rosario con las meditaciones hechas por 4 amigos sacerdotes, en esta ocasión Fray Esteban Mora Garita OFM Cap. es quien nos llevará  a meditar  los misterios dolorosos  de la mano de nuestra Madre. Voces: Meditaciones: Fray Esteban Mora Garita | Oración Inicial: Adriana González | Cuentas: Milena González y Douglas Rivera | Salve: Paulina Alvarado | Letanías: Luis Esteban Fernández. | Canción: María Mírame - Salve

Este capítulo es un extracto de la entrevista realizada a una persona que vivió durante muchos años en la Calle. Este podcast nos enseña a valorar lo que tenemos y la capacidad de poder ayudar a otros con nuestro recurso más importante, nuestra presencia y caridad.

Si Jesús te vió y te llamó, es porque algo tenés que hacer para llevar su palabra a tu día a día. Sé un Mateo en el 2020.

En este capítulo te comparto la reflexión sobre la Parábola del Hijo Pródigo o también llamada: El Padre Misericordioso. 

¿Qué nos motivó a hacer el podcast? Acá te contamos

Caminar sin esperanza y encontrar a Jesús, lo mejor que nos pudo pasar.