Filtra per genere

Reflexiones Cristianas

Reflexiones Cristianas

E.A. Podcast

En estos episodios de podcast encontraras, reflexiones cristianas, reflexiones de la biblia, Testimonios, Entrevistas, Palabra, Mensajes Bíblicos, etc
Si el contenido es de Bendición compártelo con tus amigos en Whats App, bendiciones

331 - Isaac y Rebeca / Reflexiones Cristianas
0:00 / 0:00
1x
  • 331 - Isaac y Rebeca / Reflexiones Cristianas

    Isaac y Rebeca / Reflexiones Cristianas

    ontinuamos en Génesis con la historia de Isaac, el hijo de Abraham, y cómo conoció a su esposa, Rebeca. Leemos Génesis 24
    La historia de Isaac y Rebeca en Génesis 24 destaca la importancia de la fe y la dependencia en la guía de Dios. Abraham, consciente de la promesa divina, envía a su siervo a buscar una esposa para Isaac, confiando plenamente en que Dios proveerá. La oración del siervo es un testimonio de humildad y de su confianza en el Señor para encontrar a la mujer adecuada. Rebeca, elegida por Dios, demuestra generosidad y obediencia al responder al llamado, enseñándonos que la providencia divina opera en los corazones dispuestos. Este capítulo nos invita a orar con fe y actuar con obediencia, confiando en que Dios dirige nuestros pasos.

    Tue, 26 Nov 2024
  • 330 - Abraham, Sara y la otra mujer / Reflexiones cristianas

    Abraham, Sara y la otra mujer / Reflexiones cristianas

    Saray, la esposa de Abram, no le había dado hijos. Pero como tenía una esclava egipcia llamada Agar, 2 Saray dijo a Abram:—El Señor me ha hecho estéril. Por lo tanto, ve y acuéstate con mi esclava Agar. Tal vez por medio de ella podré formar una familia.Abram aceptó la propuesta que hizo Saray. 3 Entonces ella tomó a Agar, la esclava egipcia, y se la entregó a Abram como mujer. Esto ocurrió cuando ya hacía diez años que Abram vivía en Canaán.4 Abram tuvo relaciones sexuales con Agar y ella concibió un hijo. Al darse cuenta Agar de que estaba embarazada, comenzó a mirar con desprecio a su dueña. 5 Entonces Saray dijo a Abram:—¡Tú tienes la culpa de esta injusticia! Yo puse a mi esclava en tus brazos y ahora que se ve embarazada me mira con desprecio. ¡Que el Señor determine quién tiene la culpa, si tú o yo!6 —Tu esclava está en tus manos —contestó Abram—, haz con ella lo que bien te parezca.Y de tal manera comenzó Saray a maltratar a Agar que esta huyó de su presencia.7 Pero el ángel del Señor la encontró junto a un manantial en el desierto, el cual está en el camino a la región de Sur, 8 y le preguntó:—Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y a dónde vas?—Estoy huyendo de mi dueña Saray —respondió ella.9 —Vuelve junto a ella y sométete a su autoridad —le dijo el ángel del Señor—. 10 De tal manera multiplicaré tu descendencia que no se podrá contar.11 »Estás embarazada, darás a luz un hijo
        y le pondrás por nombre Ismael[a]
        porque el Señor ha escuchado tu aflicción.
    12 Será un hombre indómito como asno salvaje.
        Luchará contra todos y todos lucharán contra él;
        y habitará frente a todos sus hermanos».
    13 Como el Señor le había hablado, Agar le puso por nombre «El Dios que me ve»,[b] pues se decía: «Ahora he visto al[c] que me ve». 14 Por eso también el pozo que está entre Cades y Béred se conoce con el nombre de «Pozo del Viviente que me ve».15 Agar dio a Abram un hijo, a quien Abram llamó Ismael. 16 Abram tenía ochenta y seis años cuando nació Ismael.

    Wed, 13 Nov 2024
  • 329 - Abram, Sarai y la Tierra Prometida / Reflexiones Cristianas

    Abram, Sarai y la Tierra Prometida / Reflexiones Cristianas

    Esta es la historia de Abram, quien escuchó la voz de Dios llamándolo a dejar su tierra natal y todo lo conocido para dirigirse hacia una tierra que Dios le prometía: Canaán. Abram no solo dejó atrás a su padre, Taré, sino que renunció a toda su zona de confort, obedeciendo con fe a un Dios que le prometió bendiciones y descendencia. Esta historia, que inicia en Génesis 11:29, refleja el primer gran acto de fe que transformó a Abram en el patriarca de una nación y el receptor de una promesa eterna.
    Abram partió con su esposa Sarai, su sobrino Lot y sus posesiones, confiando en el propósito divino para su vida. En este viaje, la fe de Abram fue probada constantemente. Aun sin conocer su destino exacto ni el camino a seguir, cada paso era una declaración de su confianza en Dios. Esta confianza nos recuerda que, muchas veces, Dios nos pide abandonar lo seguro, y caminar hacia lo desconocido, confiando solo en Sus promesas.
    A lo largo del camino, la fe de Abram fue puesta a prueba en numerosas ocasiones, como cuando enfrentó conflictos familiares, hambrunas y la incertidumbre de vivir en una tierra donde aún no era dueño. En todo esto, Dios reafirmaba Su promesa de bendecirlo y hacerlo padre de multitudes. Pero para Abram y Sarai, la mayor prueba vino con la promesa de un hijo, ya que Sarai era estéril y ambos avanzaban en edad. Esta promesa parecía irrealizable, pero Dios tenía un plan aún mayor.
    Lo sorprendente de esta historia es la fidelidad de Dios, quien cumple Sus promesas, aunque las circunstancias parezcan imposibles. Abram se convierte en un ejemplo de cómo caminar en fe y obediencia, incluso cuando la promesa parece lejana o inalcanzable. La confianza de Abram en Dios le permitió ser testigo de Su poder en maneras inimaginables. Al final, la promesa de un hijo se cumple con el nacimiento de Isaac, y la tierra de Canaán se convierte en el hogar de su descendencia.
    Para nosotros, la historia de Abram y Sarai es una invitación a confiar en el propósito de Dios para nuestras vidas, sabiendo que Él nos llama a dar pasos de fe y salir de lo seguro. Nos recuerda que, aunque el camino esté lleno de incertidumbre y desafíos, Dios es fiel y cumple lo que promete. Abram, más tarde conocido como Abraham, representa el inicio de una relación de confianza en Dios que inspiraría generaciones. Y al igual que él, podemos avanzar hacia nuestro propio "Canaán", confiando en que Dios es fiel para llevarnos hasta allí.

    Wed, 06 Nov 2024
  • 328 - Escogidos para salvación

    La Primera Carta a los Tesalonicenses, escrita por el apóstol Pablo, es una de las epístolas más antiguas del Nuevo Testamento, probablemente redactada alrededor del año 50 d.C. Pablo la dirigió a la iglesia en Tesalónica, una comunidad cristiana que él mismo había fundado durante su segundo viaje misionero. La carta refleja el cariño profundo que Pablo tenía por esta joven iglesia, y está llena de aliento, consuelo y exhortaciones a vivir una vida santa.
    La iglesia de Tesalónica enfrentaba muchas dificultades, incluyendo la persecución por su fe. A pesar de eso, su testimonio de vida cristiana había impactado a muchas otras regiones, y Pablo se sentía agradecido por su firmeza en medio de la adversidad. En la carta, Pablo aborda varios temas importantes: su agradecimiento por la fe y el amor de los tesalonicenses, el ejemplo que daban a otros creyentes, y las instrucciones sobre cómo vivir en santidad, en particular sobre el amor fraternal y la pureza moral.
    Uno de los temas centrales de la carta es la venida del Señor. Pablo les recuerda que Jesucristo volverá y les anima a estar preparados, viviendo de manera justa y piadosa mientras esperan ese día. También les consuela sobre aquellos que ya han muerto, asegurándoles que, cuando Jesús regrese, los muertos en Cristo resucitarán primero, y luego los vivos serán arrebatados junto a ellos para estar con el Señor para siempre.
    En resumen, la Primera Carta a los Tesalonicenses es una reflexión profunda sobre la fe en tiempos de prueba, el llamado a vivir de manera digna del evangelio, y la esperanza segura en la promesa del retorno de Cristo. Es un mensaje de aliento para cualquier creyente que busque consuelo, dirección y esperanza en medio de las dificultades de la vida diaria, y nos recuerda el poder transformador del evangelio y la importancia de mantener nuestra esperanza en Cristo firme hasta el final.

    Tue, 29 Oct 2024
  • 327 - La segunda epistola a los Tesalonicenses

    La segunda epistola a los Tesalonicenses

    La Primera Carta a los Tesalonicenses, escrita por el apóstol Pablo, es una de las epístolas más antiguas del Nuevo Testamento, probablemente redactada alrededor del año 50 d.C. Pablo la dirigió a la iglesia en Tesalónica, una comunidad cristiana que él mismo había fundado durante su segundo viaje misionero. La carta refleja el cariño profundo que Pablo tenía por esta joven iglesia, y está llena de aliento, consuelo y exhortaciones a vivir una vida santa.
    La iglesia de Tesalónica enfrentaba muchas dificultades, incluyendo la persecución por su fe. A pesar de eso, su testimonio de vida cristiana había impactado a muchas otras regiones, y Pablo se sentía agradecido por su firmeza en medio de la adversidad. En la carta, Pablo aborda varios temas importantes: su agradecimiento por la fe y el amor de los tesalonicenses, el ejemplo que daban a otros creyentes, y las instrucciones sobre cómo vivir en santidad, en particular sobre el amor fraternal y la pureza moral.
    Uno de los temas centrales de la carta es la venida del Señor. Pablo les recuerda que Jesucristo volverá y les anima a estar preparados, viviendo de manera justa y piadosa mientras esperan ese día. También les consuela sobre aquellos que ya han muerto, asegurándoles que, cuando Jesús regrese, los muertos en Cristo resucitarán primero, y luego los vivos serán arrebatados junto a ellos para estar con el Señor para siempre.
    En resumen, la Primera Carta a los Tesalonicenses es una reflexión profunda sobre la fe en tiempos de prueba, el llamado a vivir de manera digna del evangelio, y la esperanza segura en la promesa del retorno de Cristo. Es un mensaje de aliento para cualquier creyente que busque consuelo, dirección y esperanza en medio de las dificultades de la vida diaria, y nos recuerda el poder transformador del evangelio y la importancia de mantener nuestra esperanza en Cristo firme hasta el final.

    Sun, 27 Oct 2024
Mostra altri episodi