tus zonas erróneas

Es importante hacer hincapié en el hecho de que los niños pequeños necesitan realmente la aprobación y aceptación de los adultos importantes,  en sus años formativos. La confianza en sí mismo puede enseñarse desde la cuna, y al leer esta sección la búsqueda de aprobación no debe confundirse con la búsqueda de amor o necesidad de amor.

Nuestro ambiente cultural refuerza el comportamiento de búsqueda de aprobación como norma de vida. Para comprender este círculo vicioso de manipulaciones, piensa en la profusión de mensajes culturales de búsqueda de aprobación que empezaron a dirigirnos desde que éramos pequeños y con los que siguen bombardeándonos hoy en día.

La necesidad de aprobación de los demás equivale a decir: "Lo que tú piensas de mi es más importante que la opinión que tengo de mi mismo".

La práctica del amor a uno mismo empieza por la mente, debes aprender a controlar tus pensamiento, esto requiere ser muy consciente del presente cuando te comportas de una forma destructiva.

Todo comportamiento tiene sus causas y el camino que lleva hacia la eliminación de cualquier tipo de comportamiento autodestructivo está lleno de baches provocados por la incomprensión de tus propias motivaciones. Armado con estas percepciones interiores de tu propio comportamiento, puedes empezar a practicar algunos ejercicios mentales y físicos que impulsarán y apoyarán el desarrollo de tu amor a ti mismo.

El amor por uno mismo no tiene nada que ver con el tipo de comportamiento que se caracteriza por la insistencia en decirle a todo el mundo lo maravilloso que es uno. Ése no es amor a uno mismo sino más bien una forma de tratar de conseguir la atención y el aprecio de los demás

El amor propio, el amarse a sí mismo, implica aceptarse a sí mismo reconociéndose como un ser humano valioso y porque así lo decide uno mismo. Esta aceptación implica también una plenitud, una falta de protestas y quejas. La gente que funciona plenamente no protesta jamás; La protesta y la queja son el refugio de la gente que desconfía de sí misma

Es posible hacer el mismo tipo de elecciones con todas las imágenes que tienes de ti mismo. En efecto, mientras más feliz te haces a ti mismo, más inteligente eres. Si te subestimas, es porque has adquirido esa noción y te comparas con otros en cierto tipo de variables relacionadas con categorías académicas, escolar didácticas e incluso físicas.

El aceptarse a sí mismo implica la aceptación del yo físico y la posibilidad de disfrutar del mismo, todo comienza por tu yo físico aceptar tu cuerpo tal y como es es acepctarte a ti mismo. 

Tú eres quien determina lo que vales sin necesidad de dar explicaciones a nadie. Tu propio valor que es un hecho en sí no tiene nada que ver con tu comportamiento ni con tus sentimientos. Tú puedes escoger el ser valioso para contigo mismo para siempre, y de ahí emprender la tarea de elaborar tus imágenes de ti mismo. 

El amor es una palabra que tiene tantas definiciones como personas hay para definirlo. La cosa empieza a armarse. Logras amarte a ti mismo y de pronto eres capaz de amar a los demás, y eres capaz de hacer cosas por los demás al poder dar y hacer cosas para ti mismo primero que nada.

La propia estima no puede ser verificada por los demás. Tú vales porque tú dices que es así. Si dependes de los demás para valorarte, esta valorización estará hecha por los demás. Pero quizá, como mucha gente en nuestra sociedad, tú has crecido con la idea de que está mal amarse a sí mismo; pero el amor a los demás está relacionado directamente con el amor que te tienes a ti mismo.

La única verdadera prueba de la vida es el crecimiento. Esto también es cierto en el universo psicológico. Si estás creciendo quiere decir que estás vivo. Si no estás creciendo y desarrollándote es igual que si estuvieras muerto.

tú puedes escoger lo que más te convenga, y tus momentos presentes son tuyos para que tú los disfrutes, si realmente decides estar a cargo de ti mismo.

Una de las maneras de combatir la inmovilización por pequeña que sea es aprendiendo a vivir en el momento presente. Puedes disfrutar maravillosamente del momento presente, ésa es una elección que todos y cada uno de nosotros podemos hacer.

Cuando consideres tu potencial para escoger la felicidad, ten presente la palabra inmovilización como el indicador de las emociones negativas de tu vida. Casi todas las emociones negativas provocan un estado de autoinmovilidad, y esto ya es un motivo más que suficiente para eliminarlas de tu vida.

Hay muchos malestares físicos que a menudo no provienen de desórdenes fisiológicos.

muchos investigadores han empezado a creer que la manera de aliviar el mal es ayudando al paciente a no desear la enfermedad en cualquier forma que sea. De ti depende hacerte cargo de controlar tu propia mente, y entonces debes tratar de sentir y actuar de las maneras que elijas.

Igual que tienes libertad para escoger la felicidad en vez de la infelicidad, eres también libre de elegir entre un comportamiento autorrealizante en vez de un comportamiento autoderrotante. 

De ti y de las elecciones que hagas depende que las experiencias de tu vida sean estimulantes y agradables.

No es fácil cambiar de modo de pensar. Tú estás acostumbrado a un cierto tipo de pensamientos y a sus consecuencias debilitantes. Hay necesidad de trabajar mucho para poder deshacerse de los hábitos de pensamiento que has asimilado hasta ahora. Es fácil ser feliz, pero aprender a no ser desgraciado puede resultar difícil.

Los sentimientos no son simples emociones que te suceden. Los sentimientos son reacciones que eliges tener. 

Si eres dueño de tus propias emociones, si las controlas, no tendrás que escoger reacciones de autoderrota.

 Cuando aprendas que puedes sentir lo que prefieres o eliges sentir, empezarás a encaminarte por la verdadera senda de la "inteligencia"

Uno de los tantos mitos de nuestra vida cotidiana, donde conversamos sobre la creencia de como se mide la verdadera inteligencia.

 eres feliz? entonces eres inteligente.  

el primer conversatorio, acompañado de una interlocutora que a vivido experiencias exponenciales de este libro.

introducción del libro